Reportaje de S. Valle en Diario Médico que partiendo de que solo 40.216 personas han registrado su testamento vital en Andalucía, desde la puesta en marcha del Registro de Voluntades Anticipadas en 2004, analiza la baja aceptación de este documento como instrumento para programar los cuidados al final de la vida. Según datos que aporta Secpal, tan solo el 0,6% de la población tenía registradas sus últimas voluntades en diciembre de 2018, por lo que considera una alternativa preferible la planificación anticipada de los cuidados.